martes, 3 de julio de 2012

Sobre lo curricular nos planteamos dentro de las instituciones educativas



  • Recuperar y reconstruir toda la historia agrícola de nuestro país, de nuestros ancestros desde la visión geohistórica, demarcándose de la concepción rentista, agroindustrial. La pedagogía como eje de la construcción de esos saberes históricos.
  • Reconocer y valorar nuestras raíces campesinas, originarias y afrodescendientes como parte de nuestra aragüeñidad y venezolanidad en general, así como también cómo los saberes que de ellas se desprenden y que aun hoy se preservan de generación en generación para hacerla práctica cotidiana en los espacios educativos y comunitarios.
  • Valorar las formas ancestrales de producción y autosustentabilidad de la familia aragüeña y de otras regiones del país: el conuco, los patios productivos, la cría de animales, la siembra de frutales, la preservación de alimentos, las recetas familiares, la preservación del agua, entre otras.
  •  Recuperar la soberanía cognitiva y alimentaria a partir del desarrollo de contenidos y  prácticas pedagógicas cotidianas de la agroecología en los espacios escolares y comunitarios como modo de fomentar y concretar la sustentabilidad de la escuela, los estudiantes y las familias y de construir un nuevo paradigma productivo-ecológico. “Un pueblo que es capaz de producir lo que consume es un pueblo libre y soberano”.
  • Develar la concepción curricular estandarizada y “neutra”, acrítica que transita nuestros espacios escolares por una que opte por el aprendizaje significativo, el aprender haciendo,  teórica práctica, ligado a lo socialmente útil.

 “enseñen y tendrán quien sepa, Eduquen y tendrán quien haga”.
Simón Rodríguez

  • Reivindicar la cultura campesina, autosustentable, de la cual el aparato educativo renegó y nos hizo negar por ser “atrasada” “marginal”, negadora de los orígenes de nuestra identidad como pueblo, allí encontramos la vergüenza étnica en frases como “estudie para que sea alguien en la vida” “estudie para que no sea como yo… un pescador” “…”para salir de abajo”, “quítate la cabeza de conuco que llegó el progreso.” todo esto pone en evidencia esa separación perversa y negadora de lo endógeno y de la fuerza de nuestra autodeterminación.
  • Revertir la dependencia de la producción agrícola a gran escala que nos impuso el modelo de desarrollo agroindustrial por una producción, cercana a la gente, a los y las estudiantes, es desde allí que todo espacio es óptimo para sembrar y producir alimentos o la crianza apropiada de animales.
  • Revertir la cultura excluyente, individualista por una escuela colectiva, acompañante y preocupada por el bien común, lo colectivo y lo  comunal.

En este sentido, el PTMS plantea incidir en la cultura escolar generando procesos de investigación, la siembra como práctica cotidiana y generadora de aprendizajes pertinentes y ajustados a todas las áreas de conocimientos, por tanto no debe verse como separado de lo curricular y la cultura en general.

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