martes, 3 de julio de 2012

Cómo el modelo capitalista se concreta en nuestra agricultura



ü  El modelo capitalista en la agricultura, con el enfoque de la revolución verde, estimula el monocultivo para la agroindustria. Con el monocultivo sobre todo de cereales, maíz, arroz, sorgo, vienen los paquetes de agrotóxicos y fertilizantes sintéticos, la mecanización de la tierra y la sustitución  del jornalero por el tractor, paralelamente, el deterioro de los suelos, monopolio del agua, incremento de insectos plagas, que requerían más fertilizantes, herbicidas y plaguicidas para poder controlar y producir masivamente, según las exigencias del mercado. El hecho de tener petróleo, nos da unas ventajas en cuanto al acceso de estos derivados sintéticos para la agricultura.
ü  El paquete de medidas impuestas en los años 70 por el Banco Mundial y el BID con sus acuerdos bilaterales, han desmantelado los aranceles y otros instrumentos que los países tenían para proteger su producción agrícola local, los forzaron a abrir sus mercados y tierras a los agronegocios mundiales, a los especuladores y a la exportaciones de alimentos subsidiados provenientes de países ricos.
ü  Como producto de la crisis financiera  en los centros capitalistas hegemónicos, los capitales ociosos  migraron hacia otras   inversiones, particularmente la de origen agrícola. Este giro hacia el negocio de los alimentos, donde los carteles vinculados a este rubro, tienen el monopolio de la producción, distribución y consumo, han contribuido a la actual hambruna mundial  encareciendo los precios y generando escasez.
ü  Los grandes carteles de los alimentos integrados por grandes empresas transnacionales que  producen agrotóxicos y semillas transgénicas, como la MONSANTO, BAYER, DUPONT, SYNGENTA, BASF y DOW, son las grandes beneficiadas de la “crisis alimentaria”, ya que han comprado las cosechas a “futuro” en todo el mundo y controlan el conjunto de insumos  agrícolas
ü  El negocio de matar de hambre ha hecho que estas grandes trasnacionales que dominan el 80% de la producción de cereales hayan aumentado groseramente sus ganancias: para el 2007 Cargill aumentó sus ganancias en un 36%; ADM en un 66%, CONAGRA en un 30%, Bunge en un 49%, Dreifus en un 77%, en el último trimestre del 2007 Monsanto obtuvo un 44% más que en el 2006 y Dupont-Pioneer 19%
ü  Como ya señalamos, estas empresas  ya han hecho compra de alimentos a futuros. Es decir, la producción mundial de cereales, leguminosas y otros alimentos, estas empresas las tienen aseguradas por la vía de la mercantilización.
ü  El impacto ecológico juega otro papel determinante en la crisis alimentaria, ya que a la par de la especulación, está el deterioro ambiental, el agotamiento y contaminación  de los suelos, la emisión de gases invernaderos, lo que ha conducido a cambios climáticos que han arruinado también la producción agrícola en el mundo y han ocasionado las alteraciones y cambios  que van desde fuertes sequías, tsunamis, terremotos, inundaciones, desertificación de suelos, estrés hídrico, escasez de agua, aumento de dióxido y monóxido  de carbono por la cantidad de hectáreas de bosques desaparecidos y el uso irracional de la energía.
ü  Existen 10 millones de personas en América Latina en peligro de pobreza extrema; 22 millones de países en riesgo de hambruna; 30 países con desequilibrios sociales por falta de alimentos; 100 millones de pobres en riesgos (30 en África); 862 millones con problemas serios de desnutrición; 2000 millones directamente afectados en el mundo.  Tal cuadro que pone en entredicho la seguridad y soberanía alimentaria de nuestros países y en especial el derecho  a la alimentación, ya estaba pronosticado por la FAO y la ONU.
ü  El conjunto de estas proyecciones tienden  a agravarse en los próximos meses por la combinación de la inflación-recesión que apenas comienza y sus implicaciones en la producción de  alimentos: restricción de siembras y cosechas, escasez relativa y baja en los inventarios, altos precios y prácticas especulativas de los carteles del agronegocio a través de la compra a futuro ya realizada en la fase previa que denotó esta crisis. En EEUU, el grupo cerealero está cruzado por el impacto de las anteriores determinaciones y en rubros como el maíz se deja sentir el proceso recesivo, reducción de 27 millones de  toneladas en la producción, disminución de 14 millones de toneladas en los inventarios, reducción de 15 millones de toneladas en exportaciones,  a todo esto hay que agregar que el imperio para asegurar su seguridad alimentaria está reponiendo sus inventarios y garantizando las reservas estratégicas y operativas, para lo cual ha adquirido la poca producción mundial.  Tal cuadro implica una verdadera amenaza para los países del sur, convertidos en las últimas décadas en importadores netos de alimentos, porque aun cuando pudiésemos tener divisas o poder comprar,  no vamos a encontrar en el mercado bienes agrícolas en cantidad, calidad y seguridad del suministro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario