Esta reseña
histórica es necesaria en estas orientaciones ya que el modelo de
sociedad tiene implicaciones en el modelo educativo. Debemos, como
maestros y maestras hacer reflexiones con pensamiento crítico con respecto a
que la educación no es neutra e históricamente ha respondido a intereses
para mantener la dominación de la mayoría.
Las insuficiencias
estructurales, propias del modo de producción expuesto, cuya génesis y
estructura está centrada en la acumulación de capitales y riquezas,
tienen un patrón de empleo, tecnológico y salarial, demanda un
perfil, el cual lo logra a través de la educación en la especialización
de las profesiones y esto no es más que expresión de la división social del
trabajo. Cada una de estas deformaciones, de un modelo pensado sólo en la
acumulación de riquezas apropiadas privadamente, se ha concretado y mantenido
porque existen múltiples factores que lo alimentan y sostienen, uno es
la educación, en donde se prepara la mano de obra y se construyen los valores y
principios que definen la lógica o el elemento subjetivo que nos hace pensar,
reproducir y actuar en función del modelo imperante.
De allí nuestra
afirmación de que el currículo no es un problema técnico, sino que en el qué y
cómo aprendemos, cuáles contenidos, cómo los estructuramos y presentamos, qué
metodologías empleamos, cuál didáctica proponemos, cómo evaluar y acreditar los
saberes, todo esto descansa en una determinada concepción del mundo, de la
sociedad y del desarrollo, tamizados por diversos intereses de control y
dominio o de liberación y emancipación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario